"Tuvo ganas de hacerle daño; pero, en vez de eso, la besó, asaltado por una de esas apasionadas efusiones a las que solía rendirse, le susurró que la amaba, que la deseaba, que nunca podría agradecerle la felicidad que le debía. "Sí, sí, te amo", dijo en alta voz. "Con todos mis sueños, ."
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