lunes, 29 de octubre de 2007

A UN LADO


Se acabó. Se había acabado. Voy a hacer mis esfuerzos más calificados para intentar describir lo que sentía en ese momento. Una parte de mí, la más caprichosa, pensaba que haberlo dejado estaba bien, porque merecía más atención de parte de un hombre. En cambio, mi parte más racional sabía que lo había dejado por miedo a que él me dejara en primer lugar.

No hay comentarios: